Inyección epidural
La vía epidural es muy común y muy práctica en la anestesia porque permite anestesiar varias raíces nerviosas con un único punto de inyección (inyección directa o mediante catéter). El espacio epidural (también llamado epidural) es el espacio entre las meninges (la duramadre que representa la capa más externa) y el hueso en el canal espinal. Es la misma vía que se utiliza en el tratamiento del dolor crónico, pero con otros fármacos porque se busca un efecto más duradero.
Indicaciones:
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Lipomatosis epidural : la lipomatosis epidural es un exceso de grasa localizada en el canal espinal. Esta grasa epidural provoca la compresión del saco dural y un efecto similar a un canal lumbar estrecho debido a la osteoartritis (los dos también se pueden combinar). En estos pacientes, una inyección epidural puede conducir no solo a una regresión del dolor, sino a veces a una redistribución de la grasa local, lo que disminuye el efecto compresivo sobre el saco dural.
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Afectación multirradicular: cuando se afectan varias raíces nerviosas, un tratamiento muy específico, como un bloqueo facetario, no actúa sobre todos los nervios afectados y, por tanto, la inyección epidural puede ser una buena opción para estos pacientes. .
Riesgos y desventajas de las inyecciones epidurales:
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Si la aguja se avanza demasiado profundamente, puede perforar las meninges (la duramadre, luego la aracnoides). Pueden resultar dos consecuencias desafortunadas:
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Esto puede provocar una fuga de líquido cefalorraquídeo (LCR) con síntomas potenciales como dolores de cabeza. Si esta fuga de líquido es sintomática, puede bloquearse inyectando sangre del paciente en el espacio epidural (parche de sangre).
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La aguja también puede golpear una raíz nerviosa, que el paciente experimentará como una descarga eléctrica si no se administra la inyección mientras está sedado. Si no se inyecta esteroides en la raíz nerviosa o el LCR, prácticamente no hay consecuencia clínica. Por tanto, es imperativo realizar una colocación incorrecta de la aguja, por lo que las inyecciones epidurales para el tratamiento del dolor siempre se realizan bajo control fluoroscópico y con inyección de producto de contraste antes de la inyección del fármaco.
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Un hematoma en el espacio epidural puede causar compresión del saco dural con potencial síndrome de cola de caballo (afectación de múltiples raíces lumbares y sacras) o incluso compresión de la médula espinal si el hematoma revienta en dirección craneal. Por tanto, es imprescindible tener mucho cuidado en pacientes con trastornos de la coagulación o anticoagulación (Sintrom, Heparina, Xarelto, ...) o fármacos antiagregantes (Aspirina, Plavix, ...).
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El espacio epidural está lleno de grasa, pero también muy bien vascularizado. Los fármacos inyectados en este espacio tienen, por tanto, el inconveniente de que se eliminan muy (demasiado) rápidamente. Como el volumen de distribución es relativamente grande, esto disminuye el efecto local de los fármacos inyectados.
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Si ya hay una lesión en el canal espinal (hernia, tumor, etc.) o si el canal espinal es estrecho, entonces la inyección epidural puede aumentar temporalmente la compresión sobre las raíces nerviosas por efecto de volumen.
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El uso de medicamentos en forma de depósito también se debate en la epidural. Desde nuestro punto de vista, no hay riesgos cuando el gesto se realiza correctamente. Es probable que las complicaciones de este tipo de producto se deriven de dos errores: una inyección intratecal o una inyección intravascular. Esto refuerza la necesidad de una epidurografía antes de la inyección de fármacos para asegurar que la aguja no sea intratecal ni intravascular.
Efecto de volumen:
Este diagrama ilustra el problema del efecto de volumen. El espacio intracanal ya está reducido debido a la presencia del disco herniado. La inyección epidural aumenta transitoriamente la compresión en la raíz y el saco dural.